En lo que respecta a estética hoy en día, prácticamente no hay nada más agradable que lucir una piel bonita y libre de vello. Es por esto que la depilación se constituye como una técnica sumamente frecuente, y no sólo para el sexo femenino. Cada vez más hombres se depilan, con el objetivo principal de verse bien y sentirse cómodos.
Hay diversos métodos para depilarse, los cuales tiene resultados diferentes. La elección de un procedimiento sobre otro dependerá básicamente de las preferencias personales, aunque siempre es conveniente informarse bien para determinar con exactitud cuál es el que prefieres. En este caso en particular trataremos sobre las principales diferencias entre la cera y la crema depilatoria, dos de los elementos más utilizados.
En primer lugar, y aunque sea evidente, cabe destacar que tanto la crema como la cera se encuentran dentro de la categoría de métodos de depilación temporal, ya que es necesario repetir el procedimiento después de un período de tiempo determinado.
Las cremas disponen de componentes químicos que hacen que los vellos se debiliten y se corten (o caigan) con facilidad. Como la raíz del pelo se mantiene intacta, a los pocos días empiezan a crecer nuevamente. A pesar de que muchos creen que con el correr del tiempo el vello nace más débil y en menor cantidad pero esto no es cierto.
Las principales ventajas de este procedimiento tienen que ver con que es rápido, indoloro, barato, se puede realizar de forma casera y es posible escoger entre una amplia gama de productos (como por ejemplo geles, sprays, cremas con aloe vera, con perfume, etc.).
Un inconveniente de las cremas es la rapidez con la que el pelo vuelve a crecer, sin dejar de mencionar que las zonas del cuerpo depiladas bajo este procedimiento suelen quedar ásperas al tacto.
La cera, por su parte, es considerada por una gran cantidad de personas como lo mejor en cuanto a métodos de depilación. No hay dudas de que su virtud más sobresaliente está íntimamente relacionada con una duración más prolongada del tiempo en el que acaba con el pelo no deseado (entre tres semanas y un mes aproximadamente). Es posible aplicarla de diversas maneras; como por ejemplo fría, caliente, con bandas o con espátula, entre otras. Como los vellos se arrancan desde la raíz, éstos tardan más en crecer (aunque también depende del tipo de piel de cada uno). Además de esto, es un método barato, casero y duradero, sin dejar de mencionar que su aplicación persistente permite debilitar el vello y que crezca con menos frecuencia.
Su característica negativa es que se trata de un sistema doloroso, especialmente en las zonas más sensibles del cuerpo (las axilas, la ingle, espalda o el bozo). Es importante considerar que el tirón que provoca la cera puede resultar realmente desagradable para personas con piel susceptible, ya que a veces abre poros que se infectan o sangran.
La cera se puede utilizar para depilar cualquier parte del cuerpo, como axilas, brazos, piernas, cavado e incluso vello facial. Aunque la crema también se puede usar en múltiples zonas corporales, las áreas que son aconsejables depilar son aquellas en donde el pelo no sea tan abundante, como por ejemplo el bozo, las axilas o las cejas.